Realizar un proyecto en un paraje natural es un gran reto y una tarea de gran complejidad, ya que existe el peligro de hacer algo que no solo no mejore el paisaje, si no que lo pueda estropear al meter en él un “objeto” extraño.
Pero existen actuaciones que además de quedar integradas en el enclave natural en el que se sitúan, aportan algo al entorno, aparecen en él como esculturas que el visitante descubre en medio de la naturaleza.
Estos tres proyectos son una muestra de estas “esculturas” en la naturaleza.
Un puente, un mirador y un parque.
Con materiales que se relacionan con el mundo natural, como la madera, o con materiales que contrastan con el paisaje, como el hormigón o el acero.
Posándose en el paisaje sin apenas tocarlo, o introduciéndose en éste, creando recorridos y espacios en su interior.
Proyectos paisajísticos que invitan a recorrerlos y a descubrir el paisaje desde ellos, demostrando que la mano del hombre puede mejorar el entorno natural.